Temor y vergüenza
Tanto el adulto en la
vida cotidiana, como el docente en su quehacer profesional cotidiano se
enfrentan al temor de exponerse como desconocedores de un elemento que pueda
colocarlos en un sitio que no le permita mantener el “poder” que ostentaba otrora a través
del “conocimiento absoluto”. Ese elemento, lo hace falible, lo hace igual, lo
quita del pedestal tradicional.
"Ante el desconcierto de los adultos vemos emerger una generación formada por sujetos dotados de una plasticidad neuronal y elasticidad cultural." (Martín Barbero, 2002)
Falsa adaptación
"Ante el desconcierto de los adultos vemos emerger una generación formada por sujetos dotados de una plasticidad neuronal y elasticidad cultural." (Martín Barbero, 2002)
Falsa adaptación
La televisión se presenta claramente
como la babysitter de más de una generación; ella no ha tenido reparo en
mostrarle la aldea global, toda y cada cosa que en ella se encuentra; lo que
representa lo bueno y lo que representa lo malo; gesta el predominio de su vínculo
entablado a través de una comunicación dinámica, avasalladora de imágenes,
carente de reflexiones, sin la necesidad de su correspondiente digestión, una
papilla desde la temprana edad, una papilla a lo largo de la vida.
Según Joshua Meyrowitz, en "Jóvenes, comunicación e identidad":
"Mientras la escuela sigue contando unas bellísimas historias tanto de los padres de la patria como de los del hogar -héroes abnegados y honestos, que los libros para niños corroboran- la televisión expone cotidianamente los niños a la hipocresía y la mentira, al chantaje y la violencia que entreteje la vida cotidiana de los adultos." (Martín Barbero, 2002)
Referencias bibliográficas:
Sabato, E. (1945). Uno y el universo. Porvenir de la ignorancia. Seix Barral. Biblioteca Breve.
Sartori, G. (1998). Homo videns. La sociedad teledirigida. Taurus.
Martín Barbero, J. (2002). Jóvenes, comunicación e identidad en la Revista Digital de la OEI “Pensar Ibero América” Número 0.
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